
HISTORIA
En el año 2007 un grupo de amigos nos empezamos a juntar en el café de la YPF de Morales y Moreno en pleno centro de Bariloche. Nos convocaba el interés y la preocupación por las personas en situación de calle. En el invierno de ese año, murieron al menos tres hombres, tres personas solas y sin recursos y ésta realidad nos impulsó a poner manos a la obra, llegando con muchas ideas y proyectos al invierno del 2008.
Así surge, en ese mismo 2008 y en nuestra ciudad, el Hogar Emaús. Nació bajo la consigna “un techo para los sin techo”; con la intención de acompañar a los varones en situación de calle. Un importante número de estas personas tienen un consumo problemático de alcohol, lo que siempre constituyó una realidad y un desafío en el servicio que ofrecemos.
La ciudad contaba con otras instituciones que prestaban algunos servicios a la población en situación de calle, como el Hogar Rogelio, en el que vivían unas diez personas. Ese año el Municipio había asumido la responsabilidad de su conducción. Además, desde hacía varios años, tres veces por semana, en la parroquia de la Inmaculada, funcionaba un comedor al mediodía y servicio similar ofrecía la parroquia Santo Cristo.
Luego de buscar y golpear muchas puertas, se concretó el nexo con el responsable del Hogar Rogelio y merced a diferentes decisiones del Estado Municipal se comenzó con un trabajo de articulación entre el Obispado, el voluntariado y el Municipio. Desde siempre nos hemos sostenido en la premisa según la cual si trabajamos en común, trabajamos mejor y así fue que en estos primeros pasos estuvimos fuertemente acompañados por autoridades del Hospital Zonal y del Área de Desarrollo Social de la Provincia.
El primer desafío consistió en ofrecer: un techo para las noches heladas, una comida caliente, un desayuno antes de regresar a la “calle” y la posibilidad de que los muchachos se pudieran bañar y poner ropa limpia y seca.
Así las cosas, un 29 de julio de 2008, se abrieron las puertas en un salón de los Talleres Dinara, sobre la ruta 40. Funcionando desde las 20 horas hasta las 8 de la mañana, ya que el espacio físico durante el día era utilizado por el Centro de Atención y Articulación Territorial 5. La primera “temporada” funcionó con un servicio todas las noches hasta el mes de noviembre. Fue una experiencia extraordinaria y desafiante pero también agotadora. Es por ello que fuimos esbozando el servicio, pensando en “serenos” -hoy “operadores”- que pernoctaran todas las noches.
El primer año el Ministerio de Acción Social de la Provincia puso a nuestra disposición una camioneta para buscar a la gente en lugares céntricos y llevarlos al hogar. Luego de estos tres meses, los miembros de Emaús Bariloche fuimos sacando muchas conclusiones siendo la fundamental que había que repensar y evaluar, teniendo en cuenta nuestras posibilidades, cómo seguir adelante. Tal es así que, cansados y agotados, decidimos mantener el servicio una noche por semana.
En el año 2009 se firma un convenio entre el Municipio y el Obispado de San Carlos de Bariloche, sellándose la intención de un trabajo conjunto. También comenzamos a soñar con una sede propia. En ese año, dejamos la guardia semanal a mediados del mes de mayo y recomenzamos el servicio día tras día pero con la presencia de los operadores; esto posibilitó seguir con la actividad en forma continua sin el agotamiento de las personas que, durante el día tenían que seguir con todas sus obligaciones. Fue otro año alegre y de servicio, donde fuimos adquiriendo experiencia y comenzamos a articular acciones concretas con Salud Pública, el Hospital y el Centro de Salud “Casita de la Salud”. También se recibió un subsidio de Provincia.
AL ESPACIO PROPIO
Terminado el invierno del 2009, continuamos con el servicio diario como el año anterior. El Hogar Emaús ya tenía una presencia en Bariloche. Fue así como el Obispo de entónces, Monseñor Maletti, con la conformidad del Consejo Diocesano, se comprometió a ceder en uso, parte del terreno que tiene la Casa Diocesana, sobre la calle Otto Goedecke.
En julio del año 2010, se establece una alianza de trabajo con la Red Solidaria Bariloche, el Obispado de San Carlos de Bariloche y el Grupo Emaús Bariloche, con la intención y convicción de concretar la construcción de un espacio propio. Desarrollamos la campaña “Un Hogar para los sin techo”. Ésta implicó varias acciones como la venta del bono ladrillo solidario y gestiones ante los diferentes estamentos estatales y empresas.
Finalmente y como culminación de los esfuerzos de mucha gente y sectores de toda la comunidad de Bariloche, en el año 2012 nos mudamos al nuevo hogar. Hoy tenemos una estructura de personal que nos permite un funcionamiento las 24 horas, los 365 días del año.
Se continúo nuestro trabajo con el Hospital y pasamos a trabajar con el Centro de salud Las Quintas.
Durante estos años hemos fortalecido nuestros lazos con la Provincia y el Municipio.
Día a día se siguen incorporando nuevos voluntarios, sumamos alianzas y empezamos a implementar diferentes actividades para los muchachos.
Así, hoy nuestra historia continúa, atentos a los siempre nuevos desafíos y respondiendo con distintas ideas y proyectos.

EL GOBIERNO DEL HOGAR EMAUS
Está establecido por el convenio entre el Obispado y el Municipio de Bariloche una coordinación integrada por un representante del obispado y uno por el municipio.
Periódicamente nos reunimos en el espacio del consejo del Hogar Emaús, en donde además de los coordinadores participan representantes de los voluntarios y de los empleados. En este espacio tratamos de mantener el rumbo y el impulso que nos ha encomendado la comunidad.
EQUIPO DE TRABAJO
A la fecha, julio de 2016, este está integrado por:
• Voluntarios: cincuentas personas.
• Empleados Municipales: ocho personas.
• Talleristas o responsables de actividades: diez personas.